Los correos electrónicos son parte integrante de prácticamente todos los procesos empresariales. A menudo documentan acuerdos, pedidos, planes y decisiones tomadas dentro de la organización o con socios comerciales/autoridades/clientes/clientes. Por eso es necesario hacer un seguimiento de los correos electrónicos: son datos de la empresa y representan un gran valor.
La constatación de que los correos electrónicos son datos de la empresa y no propiedad personal está llevando a muchas organizaciones a buscar soluciones de seguridad para el correo electrónico. El riesgo de que un empleado borre su correo electrónico y lo pierda si abandona la empresa es demasiado grande.
ComArchive ha ayudado a muchas organizaciones grandes y pequeñas, públicas y privadas, tanto en Dinamarca como en el extranjero. Tanto si en su organización hay 20 buzones de correo como 25.000, el contenido tiene el mismo valor para la organización.
En algunos sectores, ComArchive se ha convertido casi en una norma porque es más fácil resolver un conflicto mediante documentación que mediante litigios.
Del mismo modo, algunos sectores, como el financiero o el público, establecen requisitos y normas para la conservación del correo electrónico.
Ayudar a las organizaciones a controlar el correo electrónico: eso es lo que hacemos.